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"Para mí, la salud de mis pacientes es mi principal preocupación. Como neurocirujano, me enfoco en brindar una atención especializada que se distingue por su profundo respeto por la dignidad humana. Tanto mis pacientes como sus familiares pueden estar seguros de que recibirán diagnósticos objetivos y procedimientos precisos, y contarán con mi acompañamiento ético y solidario en todo momento."
Dr. Ricardo Cázares Mejía
Neurocirujano

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«Atención especializada con carácter humanista. Proveo acompañamiento, diagnóstico y tratamiento a pacientes y familiares en momentos críticos de enfermedad en el que mis habilidades clínicas y quirúrgicas como neurocirujano pueden marcar una gran diferencia positiva en su salud.»

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Neurocirujano de columna Ricardo Cázares Mejía Dr. Ciudad de México Monterrey
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Cirugía cerebral: Gliomas, meningiomas, adenomas hipofisiarios, hematomas.

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Condiciones cerebrales

Padecimientos Neuro Quirúrgicos

Las condiciones cerebrales son trastornos que afectan el cerebro y pueden tener un impacto significativo en nuestra salud y bienestar. Estas condiciones pueden variar desde tumores cerebrales y malformaciones hasta accidentes cerebrovasculares y trastornos neurodegenerativos. Cada una de estas condiciones presenta síntomas y efectos únicos, pero todas requieren atención y tratamiento adecuados. Es importante buscar ayuda médica si experimentas cambios en tu salud cerebral, como dolores de cabeza persistentes, pérdida de memoria, dificultades para hablar o moverte, o cambios en tu estado de ánimo. Un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado pueden mejorar tu calidad de vida y ayudarte a manejar mejor tu condición cerebral. Recuerda que siempre es recomendable consultar a un médico especialista en neurología para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento personalizado.

Descripción: El glioblastoma es un tipo de tumor cerebral maligno que se origina en las células gliales del cerebro. Estas células, llamadas astrocitos, son responsables de proporcionar soporte y nutrición a las células nerviosas. El glioblastoma es el tipo más común y agresivo de tumor cerebral en adultos, y su crecimiento rápido y capacidad de invadir tejidos circundantes dificultan su tratamiento.

 

Síntomas: Los síntomas del glioblastoma pueden variar según la ubicación del tumor en el cerebro. Algunos de los síntomas más comunes incluyen:

  1. Dolores de cabeza persistentes y graves.
  2. Cambios en la visión, como visión borrosa o doble.
  3. Dificultad para hablar o comprender el lenguaje.
  4. Problemas de memoria y dificultad para concentrarse.
  5. Pérdida de equilibrio y coordinación.
  6. Convulsiones.
  7. Cambios en el estado de ánimo y la personalidad.
  8. Debilidad en los brazos o las piernas.

Es importante tener en cuenta que estos síntomas pueden ser causados por diversas afecciones, y no necesariamente indican la presencia de un glioblastoma. Sin embargo, si experimentas alguno de estos síntomas de forma persistente o preocupante, es importante que consultes a un médico especialista para una evaluación adecuada.

 

Tratamiento: El tratamiento del glioblastoma generalmente requiere un enfoque multidisciplinario y personalizado. Los principales métodos de tratamiento incluyen:

  1. Cirugía: En la medida de lo posible, se intentará extirpar quirúrgicamente el tumor para reducir la presión sobre el cerebro y aliviar los síntomas. Sin embargo, debido a la naturaleza invasiva del glioblastoma, a menudo es difícil eliminarlo por completo.

  2. Radioterapia: La radioterapia utiliza rayos de alta energía para destruir las células cancerosas restantes después de la cirugía. Se administra en varias sesiones a lo largo de varias semanas.

  3. Quimioterapia: La quimioterapia utiliza medicamentos antineoplásicos para destruir las células cancerosas. Puede administrarse por vía oral o intravenosa, y a menudo se combina con la radioterapia para aumentar su eficacia.

  4. Terapia dirigida: Algunos glioblastomas tienen mutaciones genéticas específicas que pueden ser atacadas con medicamentos dirigidos. Estos medicamentos están diseñados para interferir con las vías de crecimiento del tumor y limitar su capacidad de expansión.

  5. Terapia de cuidados paliativos: En casos avanzados o cuando el tratamiento curativo no es posible, se brinda atención de apoyo para controlar los síntomas, mejorar la calidad de vida y ofrecer soporte emocional tanto al paciente como a su familia.

Descripción: El meningioma es un tipo de tumor cerebral que se origina en las membranas protectoras que cubren el cerebro y la médula espinal, llamadas meninges. Estos tumores son generalmente benignos, lo que significa que no se diseminan a otras partes del cuerpo. Los meningiomas son más comunes en mujeres y generalmente se desarrollan lentamente a lo largo del tiempo.

 

Síntomas: Los síntomas del meningioma pueden variar dependiendo de su ubicación y tamaño. Algunos de los síntomas más comunes incluyen:

  1. Dolores de cabeza persistentes.
  2. Cambios en la visión, como visión borrosa o pérdida de la visión.
  3. Convulsiones.
  4. Debilidad en los brazos o las piernas.
  5. Problemas de equilibrio y coordinación.
  6. Dificultad para hablar o comprender el lenguaje.
  7. Cambios en la personalidad o en el estado de ánimo.
  8. Pérdida de la audición o zumbido en los oídos.

Es importante destacar que estos síntomas pueden ser causados por otras afecciones, por lo que es fundamental consultar a un médico especialista para un diagnóstico preciso.

 

Tratamiento: El tratamiento del meningioma depende de varios factores, como el tamaño y la ubicación del tumor, así como de la salud general del paciente. Las opciones de tratamiento incluyen:

  1. Observación: Si el meningioma es pequeño y no causa síntomas significativos, el médico puede recomendar un seguimiento regular con exámenes de imagen para monitorear su crecimiento.

  2. Cirugía: La cirugía es el tratamiento principal para los meningiomas. El objetivo es extirpar el tumor por completo sin dañar las estructuras cerebrales circundantes. En algunos casos, la cirugía puede no ser posible debido a la ubicación del tumor.

  3. Radioterapia: La radioterapia se utiliza en casos en los que no se puede realizar una cirugía completa o cuando el meningioma regresa después de la cirugía. La radioterapia utiliza radiación de alta energía para destruir las células tumorales.

  4. Terapia de protones: Esta forma de radioterapia utiliza partículas cargadas de protones para administrar la radiación de manera más precisa y reducir el daño a los tejidos sanos circundantes.

  5. Terapia farmacológica: En algunos casos, se pueden recetar medicamentos para controlar los síntomas asociados con el meningioma, como convulsiones o dolores de cabeza.

El tratamiento adecuado para el meningioma se determinará en función de la evaluación del médico especialista en neurocirugía, quien considerará todos los factores individuales del paciente. Es importante mantener una comunicación abierta con el médico y seguir sus recomendaciones para obtener el mejor resultado posible.

Descripción: La hidrocefalia es una condición médica en la cual se acumula líquido cefalorraquídeo (LCR) en los ventrículos del cerebro, lo que provoca un aumento de la presión intracraneal. El LCR es un líquido claro y acuoso que rodea y protege el cerebro y la médula espinal. Cuando hay un desequilibrio en la producción, circulación o absorción del LCR, puede haber acumulación excesiva, lo que lleva a la hidrocefalia. Esta condición puede afectar a personas de todas las edades, desde recién nacidos hasta adultos mayores.

 

Síntomas: Los síntomas de la hidrocefalia pueden variar según la edad y la gravedad de la condición. En los bebés y niños pequeños, los síntomas pueden incluir:

  1. Cabeza agrandada o abultada.
  2. Fontanela (punto blando en la parte superior de la cabeza) abombada.
  3. Cambios en la forma y tamaño del cráneo.
  4. Vómitos frecuentes.
  5. Irritabilidad y llanto excesivo.
  6. Retraso en el desarrollo motor y cognitivo.
  7. Problemas de visión, como movimientos oculares anormales (nystagmus).

En los niños mayores y adultos, los síntomas pueden incluir:

  1. Dolores de cabeza persistentes y graves.
  2. Náuseas y vómitos.
  3. Cambios en la visión, como visión borrosa o dificultad para enfocar.
  4. Problemas de equilibrio y coordinación.
  5. Dificultad para caminar o mantener el equilibrio.
  6. Problemas de memoria y concentración.
  7. Pérdida del control de la vejiga o los intestinos.

Es importante destacar que los síntomas pueden variar y pueden estar relacionados con otras condiciones médicas, por lo que es fundamental buscar atención médica para un diagnóstico preciso.

 

Tratamiento: El tratamiento de la hidrocefalia generalmente implica la colocación de un sistema de derivación o la realización de una cirugía endoscópica. Las opciones de tratamiento incluyen:

  1. Derivación ventrículo-peritoneal (DVP): Es el método más común de tratamiento. Se coloca un tubo delgado (catéter) en el ventrículo cerebral para drenar el exceso de líquido a una cavidad en el abdomen (peritoneo), donde puede ser absorbido por el cuerpo.

  2. Cirugía endoscópica del tercer ventrículo: En algunos casos, se puede realizar una cirugía endoscópica para abrir un conducto bloqueado y permitir que el LCR fluya adecuadamente.

  3. Tratamiento endoscópico del cuarto ventrículo: En hidrocefalia específica del cuarto ventrículo, se puede realizar una cirugía endoscópica para crear una abertura que permita el drenaje del LCR.

  4. Ventriculostomía: En casos seleccionados, se puede realizar una ventriculostomía endoscópica, donde se crea una abertura en el fondo del tercer ventrículo para permitir el drenaje directo

Descripción: La neuralgia del trigémino es una afección dolorosa que afecta el nervio trigémino, que es uno de los principales nervios faciales. Este nervio es responsable de transmitir las sensaciones de tacto y dolor desde la cara al cerebro. En la neuralgia del trigémino, el nervio trigémino se irrita o se comprime, lo que provoca episodios intensos de dolor facial repentino y severo. Esta condición puede ser debilitante y afectar la calidad de vida de quienes la padecen.

 

Síntomas: Los síntomas más comunes de la neuralgia del trigémino incluyen:

  1. Dolor facial intenso y repentino, que puede ser descrito como punzante, quemante o eléctrico.
  2. Episodios de dolor facial que duran desde unos pocos segundos hasta varios minutos.
  3. Dolor en áreas específicas de la cara, como la mandíbula, el ojo, la frente o la mejilla.
  4. Los episodios de dolor pueden desencadenarse por actividades cotidianas, como comer, hablar, lavarse la cara o incluso una suave brisa en la cara.
  5. El dolor puede ser intermitente, con períodos de alivio y recurrencia.

Es importante destacar que cada persona puede experimentar los síntomas de manera diferente, y que la neuralgia del trigémino puede tener un impacto significativo en la calidad de vida, causando ansiedad y evitación de actividades que pueden desencadenar el dolor.

 

Tratamiento: El tratamiento de la neuralgia del trigémino tiene como objetivo aliviar el dolor y prevenir los episodios recurrentes. Algunas opciones de tratamiento incluyen:

  1. Medicamentos: Se pueden recetar medicamentos anticonvulsivos, como carbamazepina, gabapentina o pregabalina, para ayudar a controlar el dolor y reducir la irritación del nervio.

  2. Bloqueos nerviosos: Se pueden administrar inyecciones de anestésicos locales cerca del nervio trigémino para bloquear la transmisión del dolor y proporcionar alivio temporal.

  3. Terapia con calor o frío: Aplicar compresas calientes o frías en el área afectada puede ayudar a reducir la sensibilidad y aliviar el dolor.

  4. Terapia física: Algunas técnicas de terapia física, como la estimulación eléctrica nerviosa transcutánea (TENS), pueden ayudar a aliviar el dolor y reducir la sensibilidad del nervio.

  5. Cirugía: En casos graves o cuando otros tratamientos no son efectivos, se puede considerar la cirugía para aliviar la compresión del nervio trigémino. Los procedimientos quirúrgicos pueden incluir descompresión microvascular, radiocirugía estereotáctica o ablación del nervio trigémino.

Es importante consultar a un médico especialista en neurología para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado. Cada caso de neuralgia del trigémino es único, por lo que el tratamiento puede variar según las necesidades individuales del paciente. El objetivo principal es reducir el dolor y mejorar la calidad de vida del paciente.

Descripción: El espasmo hemifacial es un trastorno neuromuscular que se caracteriza por contracciones involuntarias y repetitivas de los músculos de un lado de la cara. Estas contracciones afectan principalmente los músculos alrededor del ojo y la boca. El espasmo hemifacial es causado por la irritación o compresión del nervio facial, que controla los movimientos faciales. Aunque no es una condición que ponga en peligro la vida, puede ser molesta y afectar la calidad de vida de quienes la padecen.

 

Síntomas: Los síntomas más comunes del espasmo hemifacial incluyen:

  1. Contracciones musculares involuntarias y repetitivas en un lado de la cara.
  2. Movimientos rápidos y espasmódicos alrededor del ojo, como parpadeo excesivo o cierre involuntario del ojo.
  3. Contracciones de los músculos alrededor de la boca, lo que puede causar tics, muecas o movimientos asimétricos.
  4. Los espasmos suelen ocurrir de manera intermitente y pueden durar desde unos pocos segundos hasta varios minutos.
  5. Los síntomas tienden a empeorar con el tiempo y pueden afectar actividades cotidianas como hablar, comer o maquillarse.

Es importante destacar que el espasmo hemifacial es unilateral, lo que significa que afecta solo un lado de la cara.

Tratamiento: El tratamiento del espasmo hemifacial tiene como objetivo controlar los síntomas y reducir la frecuencia y gravedad de los espasmos. Algunas opciones de tratamiento incluyen:

  1. Medicamentos: Se pueden recetar medicamentos anticonvulsivos, como carbamazepina o gabapentina, para ayudar a reducir los espasmos musculares y aliviar los síntomas.

  2. Toxina botulínica (Botox): La inyección de toxina botulínica en los músculos afectados puede ayudar a relajarlos y reducir los espasmos. Los efectos de la toxina botulínica suelen durar varios meses, por lo que se requieren inyecciones periódicas.

  3. Cirugía: En casos graves o cuando otros tratamientos no son efectivos, se puede considerar la cirugía para aliviar la compresión del nervio facial. La microdescompresión vascular es una opción quirúrgica común en la que se elimina la presión sobre el nervio facial.

  4. Terapia física: Algunas técnicas de terapia física, como la terapia de relajación y los ejercicios de estiramiento facial, pueden ayudar a reducir la tensión muscular y aliviar los síntomas.

Es importante consultar a un médico especialista en neurología para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado. Cada caso de espasmo hemifacial es único, por lo que el tratamiento puede variar según las necesidades individuales del paciente. El objetivo principal es controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente.

Descripción: La malformación de Chiari, también conocida como síndrome de Chiari, es una condición en la cual el cerebelo, la parte posterior del cerebro, se encuentra en una posición anormalmente baja o desplazada hacia el canal espinal. Esta malformación provoca una compresión o bloqueo del flujo normal de líquido cefalorraquídeo (LCR) y puede causar una variedad de síntomas neurológicos. La malformación de Chiari es una condición congénita, lo que significa que se desarrolla antes del nacimiento, pero los síntomas pueden no aparecer hasta la infancia, adolescencia o edad adulta.

 

Síntomas: Los síntomas de la malformación de Chiari pueden variar ampliamente de una persona a otra y pueden empeorar con el tiempo. Algunos síntomas comunes incluyen:

  1. Dolores de cabeza, especialmente en la parte posterior de la cabeza, que pueden empeorar con la tos, los estornudos o el esfuerzo físico.
  2. Dolor en el cuello.
  3. Mareos y problemas de equilibrio.
  4. Problemas de coordinación y debilidad muscular.
  5. Problemas de visión, como visión borrosa o doble.
  6. Dificultad para tragar.
  7. Problemas de audición, como zumbido en los oídos.
  8. Problemas respiratorios, como apnea del sueño.
  9. Síntomas similares a la esclerosis múltiple, como entumecimiento, hormigueo y debilidad en las extremidades.

Es importante destacar que los síntomas pueden variar en gravedad y pueden ser progresivos en algunos casos.

 

Tratamiento: El tratamiento de la malformación de Chiari se basa en los síntomas y la gravedad de la condición. Algunas opciones de tratamiento incluyen:

  1. Medicamentos: Se pueden recetar medicamentos para aliviar el dolor de cabeza, controlar los síntomas neurológicos y tratar condiciones asociadas, como la apnea del sueño.

  2. Cirugía descompresiva: La cirugía es el tratamiento principal para la malformación de Chiari sintomática. En la cirugía descompresiva, se remueve una pequeña porción del hueso en la base del cráneo para aliviar la presión sobre el cerebelo y crear espacio para el flujo normal del LCR. En algunos casos, puede ser necesario realizar una reconstrucción del canal espinal.

  3. Terapia física: La terapia física puede ser recomendada para mejorar la fuerza muscular, la coordinación y el equilibrio, así como para aliviar el dolor y mejorar la calidad de vida en general.

El tratamiento adecuado se determinará en función de la evaluación del médico especialista en neurología, quien considerará todos los factores individuales del paciente. Es importante mantener una comunicación abierta con el médico y seguir sus recomendaciones para obtener el mejor resultado posible.

Recuerda que la información proporcionada tiene fines educativos y no reemplaza la consulta médica profesional. Cada caso de malformación de Chiari es único, por lo que es fundamental buscar atención médica especializada para

Condiciones columna vertebral

Padecimientos Columna Vertebral

Las condiciones de la columna vertebral son trastornos que afectan los huesos, discos y tejidos que componen nuestra columna vertebral. Estas condiciones pueden incluir hernias discales, estenosis espinal, escoliosis, fracturas vertebrales y otros problemas que pueden causar dolor y limitar nuestra movilidad. Si experimentas dolor de espalda persistente, entumecimiento en las extremidades, debilidad muscular o dificultades para caminar, es importante buscar atención médica. Un médico especialista en columna vertebral puede realizar un diagnóstico preciso a través de pruebas y estudios de imagen y recomendar un plan de tratamiento adecuado. El tratamiento puede incluir terapia física, medicamentos, inyecciones epidurales o, en algunos casos, cirugía. Recuerda que cada condición de la columna es única, y buscar ayuda médica temprana puede ayudarte a aliviar el dolor, mejorar tu movilidad y mantener una columna vertebral saludable.

Descripción: La hernia discal es una condición de la columna vertebral en la que el material gelatinoso del disco intervertebral se desplaza o se sale de su posición normal. Esto puede ocurrir debido a la degeneración gradual del disco o como resultado de una lesión repentina. Cuando la hernia discal ocurre, puede ejercer presión sobre los nervios cercanos, lo que puede causar dolor y otros síntomas.

 

Síntomas: Los síntomas de una hernia discal pueden variar según la ubicación y la gravedad de la hernia. Algunos síntomas comunes incluyen:

  1. Dolor de espalda: Puede variar desde un dolor leve y constante hasta un dolor agudo y punzante en la espalda baja o el cuello, dependiendo de la ubicación de la hernia.

  2. Dolor irradiado: El dolor puede extenderse hacia las extremidades inferiores en el caso de una hernia discal lumbar, o hacia los brazos en el caso de una hernia discal cervical. Este dolor se conoce como ciática en el caso de la hernia lumbar y como braquialgia en el caso de la hernia cervical.

  3. Entumecimiento y hormigueo: Puede experimentarse entumecimiento o hormigueo en las extremidades afectadas. Por ejemplo, en una hernia lumbar, puede haber sensaciones anormales en las piernas o los pies.

  4. Debilidad muscular: La hernia discal puede causar debilidad en los músculos de las extremidades afectadas, lo que puede dificultar el movimiento normal.

Tratamiento: El tratamiento de la hernia discal se basa en la gravedad de los síntomas y puede variar desde enfoques conservadores hasta intervenciones quirúrgicas. Algunas opciones de tratamiento incluyen:

  1. Reposo y medicamentos: Se puede recomendar reposo y el uso de medicamentos para aliviar el dolor y reducir la inflamación, como analgésicos, antiinflamatorios no esteroides o relajantes musculares.

  2. Terapia física: La terapia física puede ayudar a fortalecer los músculos de la espalda, mejorar la postura y reducir el dolor. Se pueden utilizar técnicas de estiramiento, ejercicios de fortalecimiento y modalidades físicas, como la terapia de calor o frío.

  3. Inyecciones epidurales: En algunos casos, se pueden administrar inyecciones de esteroides en el espacio epidural para reducir la inflamación y aliviar el dolor.

  4. Cirugía: Si los síntomas no mejoran con los tratamientos conservadores o si hay complicaciones neurológicas graves, se puede considerar la cirugía. La cirugía de hernia discal puede implicar la eliminación parcial o completa del disco herniado y, en algunos casos, la fusión vertebral.

Es importante consultar a un médico especialista en columna vertebral para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado. Cada caso de hernia discal es único, y el tratamiento puede variar según las necesidades individuales del paciente. El objetivo principal es aliviar el dolor, mejorar la función y mejorar la calidad de vida

Descripción: La ciática, también conocida como radiculopatía lumbar, es una condición que se produce cuando el nervio ciático, que se extiende desde la columna lumbar hasta la pierna, se comprime o irrita. Esta compresión puede ocurrir debido a una hernia discal, estenosis espinal, espondilolistesis u otras condiciones que afectan la columna vertebral. La ciática puede causar dolor intenso y otros síntomas que pueden limitar la movilidad y afectar la calidad de vida.

 

Síntomas: Los síntomas de la ciática pueden variar en intensidad y duración. Algunos síntomas comunes incluyen:

  1. Dolor lumbar: El dolor puede ser agudo, punzante o como una sensación de ardor en la parte baja de la espalda.

  2. Dolor irradiado: El dolor se extiende a lo largo del recorrido del nervio ciático, que generalmente se siente en una sola pierna. Puede extenderse desde la parte baja de la espalda hasta los glúteos, la parte posterior del muslo y la pantorrilla.

  3. Hormigueo y entumecimiento: Puedes experimentar sensaciones de hormigueo o entumecimiento en la pierna afectada.

  4. Debilidad muscular: Puedes experimentar debilidad en los músculos de la pierna, lo que puede dificultar caminar o sostener objetos.

  5. Dificultad para moverse: Los síntomas de la ciática pueden limitar la movilidad, especialmente al estar de pie, caminar o sentarse durante períodos prolongados.

 

Tratamiento: El tratamiento de la ciática se basa en la gravedad de los síntomas y puede variar desde medidas conservadoras hasta intervenciones quirúrgicas. Algunas opciones de tratamiento incluyen:

  1. Reposo y medicamentos: Puede ser recomendable descansar y evitar actividades que empeoren los síntomas. Los medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINEs), analgésicos y relajantes musculares pueden ayudar a aliviar el dolor y reducir la inflamación.

  2. Terapia física: Los ejercicios específicos, la terapia de estiramiento y fortalecimiento muscular, así como las técnicas de fisioterapia, pueden ayudar a reducir el dolor y mejorar la función de la espalda y las piernas.

  3. Inyecciones epidurales: Se pueden administrar inyecciones de esteroides en el espacio epidural para reducir la inflamación y aliviar el dolor.

  4. Cirugía: Si los síntomas no mejoran con los tratamientos conservadores o si hay complicaciones graves, como pérdida de control de la vejiga o debilidad muscular progresiva, puede considerarse la cirugía. La cirugía puede implicar la eliminación del tejido que está presionando el nervio o la reparación de la causa subyacente de la ciática.

Es importante consultar a un médico especialista en columna vertebral para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado.

Descripción: La mielopatía es una condición que afecta la médula espinal, que es la estructura nerviosa que se encuentra dentro de la columna vertebral. La mielopatía puede ocurrir debido a la compresión, inflamación o lesión de la médula espinal. Esta condición puede tener diversas causas, como hernias discales, estenosis espinal, tumores, espondilosis cervical, traumatismos o enfermedades autoinmunes. La mielopatía puede provocar problemas de movimiento, sensibilidad y función nerviosa en diversas partes del cuerpo.

 

Síntomas: Los síntomas de la mielopatía pueden variar según la ubicación y la gravedad de la afectación de la médula espinal. Algunos síntomas comunes incluyen:

  1. Debilidad muscular: Puede haber debilidad en las extremidades, lo que dificulta el movimiento y la realización de actividades cotidianas.

  2. Problemas de coordinación: La mielopatía puede afectar la coordinación y el equilibrio, lo que puede provocar dificultades para caminar o realizar movimientos precisos.

  3. Alteraciones de la sensibilidad: Puede haber cambios en la sensación, como entumecimiento, hormigueo o sensación de picazón en diversas áreas del cuerpo.

  4. Dolor: Algunas personas pueden experimentar dolor en el cuello, la espalda o las extremidades debido a la afectación de los nervios espinales.

  5. Problemas de control de la vejiga e intestino: La mielopatía puede afectar el control de la vejiga y los intestinos, lo que puede resultar en incontinencia urinaria o dificultades para controlar los movimientos intestinales.

 

Tratamiento: El tratamiento de la mielopatía depende de la causa subyacente y la gravedad de los síntomas. Algunas opciones de tratamiento incluyen:

  1. Terapia conservadora: En casos leves, se pueden recomendar terapias conservadoras como fisioterapia, ejercicios de fortalecimiento, medicamentos para el dolor y medidas de autocuidado para mejorar los síntomas y la función.

  2. Tratamiento médico: En algunos casos, se pueden prescribir medicamentos para reducir la inflamación, controlar el dolor o tratar condiciones subyacentes como la artritis reumatoide.

  3. Cirugía: En situaciones más graves o cuando el deterioro neurológico es significativo, se puede considerar la cirugía para descomprimir la médula espinal y corregir la causa de la mielopatía, como la eliminación de hernias discales o la estabilización de la columna vertebral.

Es importante buscar atención médica especializada en neurología o neurocirugía para obtener un diagnóstico adecuado y un plan de tratamiento individualizado. Cada caso de mielopatía es único, y el tratamiento se adaptará a las necesidades y circunstancias específicas de cada paciente para mejorar la calidad de vida y prevenir la progresión de los síntomas.

Descripción: La radiculopatía se refiere a una condición en la que los nervios espinales que salen de la columna vertebral se comprimen, irritan o dañan. Esto puede ocurrir en cualquier nivel de la columna vertebral, como en el cuello (radiculopatía cervical), la parte media de la espalda (radiculopatía torácica) o la parte baja de la espalda (radiculopatía lumbar). La radiculopatía puede ser causada por hernias discales, estenosis espinal, espondilosis o lesiones traumáticas. Esta condición puede resultar en dolor, debilidad y entumecimiento en las áreas del cuerpo controladas por los nervios afectados.

 

Síntomas: Los síntomas de la radiculopatía pueden variar según el nivel y la gravedad de la afectación de los nervios. Algunos síntomas comunes incluyen:

  1. Dolor: El dolor puede ser agudo, punzante o como una sensación de quemazón. Puede irradiarse desde la columna vertebral hasta los brazos o las piernas, dependiendo de la ubicación de la radiculopatía.

  2. Debilidad muscular: Puedes experimentar debilidad en los músculos controlados por los nervios afectados. Esto puede dificultar el levantamiento de objetos, el agarre o caminar de manera adecuada.

  3. Entumecimiento y hormigueo: Puedes sentir una sensación de entumecimiento o hormigueo en las áreas del cuerpo inervadas por los nervios comprometidos.

  4. Dificultades sensoriales: Puedes experimentar cambios en la sensibilidad, como disminución de la capacidad de sentir el tacto, el calor o el frío.

 

Tratamiento: El tratamiento de la radiculopatía se enfoca en aliviar los síntomas, reducir la inflamación y mejorar la función nerviosa. Algunas opciones de tratamiento incluyen:

  1. Reposo y medicamentos: Puede ser recomendable descansar y evitar actividades que empeoren los síntomas. Los medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINEs), analgésicos y relajantes musculares pueden ayudar a aliviar el dolor y reducir la inflamación.

  2. Terapia física: La terapia física puede incluir ejercicios de estiramiento y fortalecimiento, así como técnicas de terapia manual para mejorar la flexibilidad, fortalecer los músculos y reducir la presión sobre los nervios.

  3. Inyecciones epidurales: Se pueden administrar inyecciones de esteroides en el espacio epidural alrededor de los nervios afectados para reducir la inflamación y aliviar el dolor.

  4. Cirugía: Si los síntomas no mejoran con los tratamientos conservadores o si hay complicaciones graves, como pérdida de control de la vejiga o debilidad muscular progresiva, puede considerarse la cirugía. El objetivo de la cirugía es aliviar la compresión de los nervios y corregir la causa subyacente, como la eliminación de hernias discales o la descompres

Descripción: Los tumores espinales son masas anormales de tejido que pueden desarrollarse en la columna vertebral. Pueden ser benignos (no cancerosos) o malignos (cancerosos) y pueden originarse en la médula espinal o en los tejidos que rodean la columna vertebral. Los tumores espinales pueden comprimir la médula espinal o los nervios espinales y causar síntomas neurológicos. Algunos tumores espinales son más propensos a ocurrir en ciertos grupos de edad, como los tumores en niños y adolescentes.

 

Síntomas: Los síntomas de los tumores espinales pueden variar según la ubicación del tumor y la gravedad de la compresión nerviosa. Los síntomas comunes incluyen:

  1. Dolor de espalda: Puede ser constante o intermitente, y puede empeorar durante la noche o al estar en reposo.

  2. Pérdida de la sensibilidad: Puedes sentir adormecimiento o debilidad en las extremidades.

  3. Problemas para caminar: Puedes tener dificultades para caminar, incluyendo la pérdida de equilibrio y la necesidad de apoyarte en objetos para moverte.

  4. Problemas de control de la vejiga o el intestino: Puedes tener dificultades para controlar la micción o las evacuaciones intestinales.

  5. Debilidad muscular: Puedes experimentar debilidad en las extremidades o en otras áreas del cuerpo.

 

Tratamiento: El tratamiento de los tumores espinales depende del tipo de tumor, su ubicación y la gravedad de los síntomas. Algunas opciones de tratamiento incluyen:

  1. Observación: En algunos casos, los tumores espinales pueden ser monitoreados de cerca sin necesidad de tratamiento inmediato.

  2. Cirugía: La cirugía puede ser necesaria para extirpar el tumor y reducir la compresión nerviosa. La cirugía también puede ser necesaria para hacer una biopsia y determinar si el tumor es benigno o maligno.

  3. Radioterapia: La radioterapia utiliza rayos X de alta energía para matar las células cancerosas o reducir el tamaño del tumor. También puede ser utilizada después de la cirugía para prevenir la recurrencia del tumor.

  4. Quimioterapia: La quimioterapia utiliza medicamentos para destruir las células cancerosas. Sin embargo, los tumores espinales son menos sensibles a la quimioterapia que otros tipos de cáncer.

  5. Terapia de protones: La terapia de protones es un tipo de radioterapia que utiliza partículas subatómicas para destruir las células cancerosas. Puede ser especialmente útil para tratar tumores espinales en niños, ya que es menos dañina para el tejido normal circundante.

Es importante hablar con un médico especialista en tumores espinales para determinar el mejor plan de tratamiento para cada caso individual.

Neurocirujanos comprometidos

Atención Especializada

Colaboración interdisciplinaria para la atención de padecimientos neurológicos y neuroquirúrgicos de la base del cráneo, vasculares, pediátricos o de columna.

Dr. Gerardo Guinto
Neurocirujano Asociado

Dr. Gerardo Guinto Nishimura

Universidad Panamericana
Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía
UNAM
Certificado por el Consejo Mexicano de Cirugía Neurológica

Adan Soto Ramirez
Neurocirujano Asociado

Dr. Adán Soto Ramírez

Universidad de Guadalajara
Intituto Nacional de Neurología y Neurocirugía
UNAM
Certificado por el Consejo Mexicano de Cirugía Neurológica

Javier Degollado García
Neurocirujano Asociado

Dr. Javier Degollado García

Universidad Nacional Autónoma de México
Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía
Certificado por el Consejo Mexicano de Cirugía Neurológica

Neurocirujano Rafael Vázquez Gregorio
Neurocirujano Asociado

Dr. Rafael Vázquez Gregorio

UPAEP
Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía
UNAM
Certificado por el Consejo Mexicano de Cirugía Neurológica

Dr. Isaac Tello Mata
Neurocirujano Asociado

Dr. Isaac Tello Mata

Universidad de Montemorelos
Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía
UNAM
Certificado por el Consejo Mexicano de Cirugía Neurológica

2255545661255578965
Neurocirujano Asociado

Dr. Ricardo Cázares Mejía

Universidad de Monterrey
Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía
UNAM
Certificado por el Consejo Mexicano de Cirugía Neurológica

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«Me enfoco en brindar una atención especializada en neurocirugía con profundo respeto por la dignidad humana. Ofrezco diagnósticos precisos y procedimientos efectivos, y me comprometo a brindar un acompañamiento ético y solidario a mis pacientes y sus familias. Si necesitas ayuda en materia de neurocirugía, cuento con la experiencia y los conocimientos necesarios para cuidar de ti y de tu salud.»

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